Que la música y el entretenimiento están estrechamente ligadas es algo que no da lugar a demasiado debate. Sin embargo, no hay que olvidar los beneficios de la musicoterapia para tratar ciertos trastornos.
Podemos encontrar la música en las calles gracias a increíbles artistas callejeros, también podemos verla en las bandas sonoras de la mayoría de películas, en espectáculos de cualquier tipo, en multitudes de plataformas musicales, en la orquesta de forma más clásica y sofisticada, en la publicidad, en la radio del coche y un largo etcétera.
Además, la música se constituye junto a la arquitectura, pintura, escultura, danza, literatura y cine, como uno de los 7 artes clásicos. La cual destaca por una combinación de ritmo, armonía y melodía de sonidos instrumentales y vocales.
Sin embargo, la música no se queda ahí, y va mucho más allá del propio entretenimiento y del arte. Ya que si se utiliza como es debido, es capaz de ayudar a resolver problemas físicos, sociales, psicológicos o emocionales de las personas… ¡Gracias a los beneficios de la musicoterapia!
TABLA DE CONTENIDOS
Ahora bien… ¿Qué es la musicoterapia?
En primer lugar, si atendemos a la etimología del término, la musicoterapia se divide en “música” y “terapia”, es decir: la terapia de la música.
Es básicamente un proceso terapéutico en el que se utiliza música y los elementos propios de ella: efectos sonoros, ritmos, armonías, melodías… para tratar de favorecer la comunicación, las relaciones interpersonales, la motivación, expresividad, el aprendizaje o el movimiento corporal de personas con problemas de estas características.
Los beneficios de la musicoterapia se relacionan directamente con el sistema sensorial auditivo y es de tipo no verbal, aunque se puede combinar con alguna terapia de este tipo.
Por otro lado, aunque es muy común el uso de la musicoterapia en bebés, niños y ancianos (sobre todo para tratar el Alzheimer), también se realizan tratamientos para adultos igual de efectivos.
¿Cómo surgió la terapia musical?
Pese a que la musicoterapia parezca un concepto relativamente moderno, podríamos decir que lleva existiendo y utilizándose desde la antigüedad, aunque no con la misma base científica con la que se utiliza hoy en día.
Documentos encontrados constatan que desde el año 1500 antes de Cristo la música se ha utilizado para tratar de curar problemas. Algunos ejemplos son:
- En el antiguo Egipto: curar la fertilidad de mujeres
- En la antigua Grecia: prevenir o curar enfermedades
- Hace miles de años en China: Sanar órganos mediante notas musicales específicas
- Etc.
Ya en el siglo XVIII se comenzó a investigar sobre los efectos de la música en las personas y en el cuerpo humano desde una perspectiva científica, y no sólo empírica.
Durante el siglo XX se procede a la aplicación práctica y científica de la musicoterapia, tocando instrumentos musicales en los hospitales americanos en los que estaban ingresados combatientes de guerra. A partir de aquí empezaron los primeros estudios oficiales y formación académica de musicoterapeutas, hasta culminar con el primer congreso mundial de musicoterapia (París, 1974).
Actualmente, esta ciencia no deja de evolucionar y de adaptarse a las nuevas tecnologías para realizar terapias musicales más efectivas.
¿Quién se encarga de la musicoterapia?
Obviamente, para sacar los beneficios de la musicoterapia se requiere de un profesional cualificado y con experiencia que sepa guiar al paciente durante este proceso.
Un musicoterapeuta no es simplemente un profesor de música, ya que el objetivo no es enseñar música, sino solucionar problemas que presenta el individuo por medio de la música.
Por ende, el profesional debe estar formado y ser capaz de registrar los cambios y evolución que experimenta el paciente. Así pues, los conocimientos en el áreas como psicológica, pedagógica o médica (además del ámbito musical) serán necesarios.
Los tipos de terapia musical
La terapia con música, no se limita a un solo modo de proceder, si no que cuenta con diversas opciones diferentes de tratar al paciente.
La primera distinción que podemos hacer es según el grado de implicación del paciente, es decir si participan de forma activa o son meros receptores. Podemos distinguir dos tipos:
Musicoterapia receptiva
En este caso el paciente se limita a escuchar los sonidos musicales de la sesión que ha preparado el terapeuta. Este tipo de terapia favorece sobre todo la motivación y el estado anímico, es relajante y reduce los niveles de nerviosismo y ansiedad.
Musicoterapia activa
Esta modalidad por su parte, implica mucho más al paciente, el cual debe interactuar con la música ya sea de forma vocal, instrumental y también corporal (danza). Esta terapia se considera más efectiva y puede llegar a solucionar enfermedades importantes como el Alzheimer, el TOC o la depresión.
Dentro de este grupo podríamos incluir actividades como la improvisación musical con instrumentos o de forma vocal, la recreación musical de obras musicales ya existentes o la composición musical en la que se debe contemplar también la creatividad de idear una pieza musical desde 0.
Algunas actividades propias de una sesión de musicoterapia
- Escuchar música escogida por el especialista ya sea en vivo o mediante un dispositivo de reproducción de audio.
- Técnicas de relajación corporal y respiración profunda, mediante música de acompañamiento (similar al mindfulness)
- Cantar alguna canción popular (normalmente con acompañamiento instrumental)
- Practicar con algún instrumento musical (instrumentos de percusión y cuerda suelen ser muy habituales)
- Improvisación musical o composición musical
- Análisis de otras obras musicales
- Baile y danza con un ritmo adecuado para el paciente
- Detectar las emociones que nos provoca cada pieza musical
- Etc.
Beneficios de la musicoterapia
Beneficios cognitivo:
Mejora la capacidad de aprendizaje, la orientación, la atención, el desarrollo del cerebro, la concentración, las capacidad comunicativas y el lenguaje y expresión oral.
Beneficios físico:
Articulaciones más fuertes y flexibles, mejora de la musculatura, relajación corporal, mejor coordinación del sistema locomotor.
Beneficios sociales y emocionales:
Mejores relaciones y habilidades sociales, mayor autoestima, ayuda a evitar el aislamiento social y fomenta la integración, mejora problemas de ansiedad, emocionales y afectivos, mejor estado anímico, mayor facilidad para expresar sentimientos y conseguir un mejor desarrollo personal.
3 importantes trastornos que se pueden tratar con musicoterapia
Musicoterapia y autismo
Los niños y niñas con problemas de TEA o trastorno del espectro autista, suelen mostrar mucho interés o incluso fijación por algo concreto, y generalmente, la música y los sonidos, es algo con lo que les suele suceder. De hecho los jóvenes autistas suelen tener una muy buena capacidad de memoria musical y también gran habilidad para componer.
Gracias a la música los autistas pueden expresar sus sentimientos y emociones, gestionar mejor sus crisis y sentirse más seguros con música, en lugares en los que están incómodos.
Así pues, ya no solo la musicoterapia puede ser una opción muy acertada para trabajar este trastorno, sino directamente el uso de la música en su día a día puede mejorar mucho su estado de ánimo y reducir sus niveles de ansiedad.
Terapia musical y TDAH
Otro de los trastornos en los que la musicoterapia es muy adecuada, es el de déficit de atención e hiperactividad.
En este caso, la música supone un medio para conseguir relajar y calmar a personas con este tipo de patologías.
Musicoterapia y Alzheimer
Por último, el Alzheimer, una de las enfermedades que afecta casi en su totalidad a personas ancianas, también se puede tratar mediante la terapia musical. Aunque no exista cura para la enfermedad, la musicoterapia puede (de forma no invasiva y sin uso de medicamentos) hacer que la enfermedad no se agrave tanto.
El tratamiento de musicoterapia para el Alzheimer puede mejorar la función cognitiva, reducir la depresión y mejorar en gran medida la calidad de vida de los pacientes.
La música está directamente ligada a los recuerdos, experiencias y vivencias por lo que puede hacer despertar alguna emoción o sensación agradable.
Además la música puede ayudar a establecer vínculos entre la persona afectada y el resto del entorno( cuidadores, familiares, el resto de pacientes…)
Como habéis podido comprobar, la música es un muy valioso recurso con el que las personas interactuamos constantemente, no solo para disfrutar sino también para mejorar nuestra salud y calidad de vida.
1 comentario. Dejar nuevo
Gracias por compartir esta información, la verdad que es de gran valor poder disfrutar de la música, que nos ayuda a mejorar nuestro bienestar y algunas habilidades como la creatividad.