El minimalismo es un movimiento artístico basado en el empleo de los mínimos elementos posibles, una especie de antagonista del “horror vacui” propio del barroco del siglo XVII.
Es básicamente tratar de reducirlo todo a lo esencial y realmente necesario, abandonando lo superfluo y apostando por aquello que realmente tenga valor para nosotros y nos aporte algo.
Como suele suceder con la gran mayoría de corrientes artísticas, la música también se ha visto influenciada por este movimiento, dando lugar a un estilo único y un gran legado de músicos minimalistas.
Este tipo de música se ha visto influenciada por diferentes aspectos desde que surgiera hace más de 60 años, compartiendo la esencia del movimiento minimalista y con unas características muy particulares dentro del ámbito musical.
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Origen de los músicos minimalistas
Los primeros músicos precursores del minimalismo musical aparecieron en EEUU en los años 60 bajo un contexto de música experimental, alternativa y “underground” que gozaba de poca popularidad e incluso iba en contra de lo establecido hasta el momento.
La primera creación de carácter minimalista que se recuerda se puede atribuir a La Monte Young con su obra para trío de cuerdas en el año 1958.
Sin embargo, no fue hasta el 1968 cuando el pianista musicólogo y crítico Michael Nyman lo acuñó como música minimalista.
¿Qué es la música minimalista?
Para entender la música minimalista, lo primero que hay que entender es que va más allá de un simple género musical, ya que es una ideología en sí misma, en la que el sonido es una herramienta mediante la cual los músicos minimalistas pueden expresarse de manera más conceptual que precisa o técnica.
Los músicos minimalistas abogan por la sencillez en las composiciones musicales y su estilo supone un retorno hacia la tonalidad, en contraposición con la música abstracta y atonal propia del dodecafonismo y el serialismo propio Arnold Schönberg y Anton von Webern, respectivamente.
En definitiva el objetivo sobre el que gira toda la obra de los músicos minimalistas está relacionado con la economía de los elementos; en palabras del propio Richard Wolhein, con: “alcanzar la máxima expresividad a través de la mínima expresión”.
Así pues, este tipo de música apuesta por la simplicidad, ya bien sea con pocas notas, uso limitado de frases, ritmos con variaciones lentas que cambian de melodía de manera paulatina o uso de pocos instrumentos profesionales simples e incluso instrumentos caseros con objetos cotidianos…y casi siempre composiciones de gran duración y repeticiones constantes.
Por otro lado, los músicos minimalistas tienden a repetir un mismo elemento con alguna o incluso ninguna variación, por lo que en un primer momento el concepto se definió como música sistemática o repetitiva.
Además, la música minimalista ha inspirado otros estilos musicales como el “Minimal”, uno de los subgéneros de la música electrónica. Este tipo de música se caracteriza y relaciona con la música minimalista por crear sonidos repetitivos y ritmos poco habituales.
¿Qué caracteriza las obras de los músicos minimalistas?
Pese a ser un estilo de música muy abierto, libre y experimental, también sigue una serie de patrones y presenta algunos aspectos en común, gracias a los cuales podemos encasillar las obras musicales dentro de este género. Los 10 rasgos principales para identificar una composición minimalistas son:
- Son muy estáticos y simples a nivel armónico, por lo que en ocasiones se desarrollan mediante un único acorde.
- Las pulsaciones musicales son constantes.
- Emplean tonalidades puras y justa entonación
- El ritmo sigue un patrón muy repetitivo y sistemático
- Cambios y transiciones lentas
- Frases en ciclos sin final y figuras musicales muy reiteradas
- Sonidos poco comunes
- Uso limitado de instrumentos
- Influencias de músicas de otras regiones no occidentales como India o culturas africanas.
- Uso reiterado de voz, exenta de contenido y estructura compositiva.
Principales compositores de la música minimalista y algunas de sus obras
El minimalismo ha albergado a multitud de artistas referentes durante las diferentes etapas en las que se definió como movimiento, pudiendo encasillar a los músicos minimalistas en diferentes grupos:
Músicos minimalistas pioneros
Los principales precursores del minimalismo musical fueron La Monte Young y Terry Riley.
La Monte Young ( octubre de 1935 – Bern, Idaho, Estados Unidos)
El primero de los citados, La Monte Young, es considerado como el primer referente de todos los tiempos y ejemplo de ello es su célebre obra Trio for Strings compuesta en el año 1958. Si bien no es una composición apta para todos los gustos, no dejará a nadie indiferente, por sus características únicas y su sonido estridente.
Como hemos podido comprobar en la anterior audición, el universo musical de Young estaba caracterizado por las largas notas de gran duración, totalmente estáticas y poco evolutivas.
Las composiciones de este músico saxofonista empleaban siempre el sistema dodecafónico de 12 tonos, pero con algunas diferencias, como la recurrencia de notas sostenidas e intervalos con acordes perfectos.
Uno de los aspectos más destacables de Young es la capacidad para producir una música distinta a cualquier otra, capaz de envolver al oyente en una ambiente meditativo, espiritual y poco mundano (como sucede en Trio for Strings).
Terry Riley (24 de junio de 1935 – Colfax, California, Estados Unidos)
Terry Riley, por su parte, realizó grandes aportaciones al movimiento minimalista musical, acercándose al concepto de tonalidad y utilizando notas de gran duración, como sucedía con La Monte. Algunas de sus grandes aportaciones fueron sus obra String Quartet y String Trio (estructura de reiteración de motivos y utilización de cintas magnéticas a modo de experimentación).
Sin embargo, su obra más relevante es sin duda In C, la cual supuso un antes y un después en el movimiento minimalista, cuenta con más de 50 motivos musicales e incluye prácticamente todos los elementos característicos del movimiento (música tonal, pulso regular, repeticiones…)En definitiva, una obra de arte del minimalismo, aunque quizás no sea la mejor opción como “alarma despertador…”
Compositores de estilo repetitivo
Si Riley y Young fueron los primeros referentes, Steve Reich y Philip Glass, fueron inmediatamente después, inspirados y condicionados por la influencia de los anteriores.
Steve Reich ( 3 de octubre de 1936 – Broadway, Nueva York, Estados Unidos )
Steve Reich, al haber participado en la obra In C, puedo aplicar parte de lo aprendido en su pieza maestra It’s Gonna Rain. En esta obra, el artista innovó con su técnica “música de fase” que dio lugar a otras obras posteriores como Piano Phase y Violin Phase. Veamos esta última obra, para entender cómo se combinan un instrumento como el violín con la técnica de música de fase.
Philip Glass ( 31 de enero de 1937 – Baltimore, Maryland, Estados Unidos)
Este músico minimalista, destaca por sus avances sobre los conceptos de timbre y armonía compositiva, lo cual se puede apreciar en su obra Music with Changing Parts y que da lugar a la transición hacia el conocido “minimalismo maduro”. Glass también ganó popularidad gracias a sus aportaciones dentro del pop y el mundo cinematográfico las cuales le sirvieron para catapultar su fama.
Otros músicos minimalistas relevantes: posminimalismo y minimalismo místico
Cabe destacar que además de lo ya citados precursores de este movimiento, hubieron muchos otros músicos minimalistas destacables en periodos posteriores como el posminimalismo como John Adams y otros referentes europeos cuando la popularidad del movimiento se extendió más allá del océano atlántico (Gabin Bryars, John Tavener, Karel Goeyvaerts, Louis Andriessen, Ludovico Einaudi, Michael Nyman, Stefano Ianne, Steve Martiand, Wim Mertens, Yann Tiersen…) y el minimalismo místico( Arvo Pärt, Henryk Górecki, John Tavener…)
En definitiva, la música minimalista es sin duda un estilo muy auténtico y en su momento poco convencional, que ha dado lugar a otros subgéneros musicales más modernos y que nos ha dejado un legado artístico digno de mención.